Me gustaría ver los debates (¿discusiones?, ¿peleas? ¿evangelizaciones?) en organizaciones tipo RAE. Si ya es difícil convencer a alguien de cosas científicas, tipo "las cosas se caen de arriba" (Física), en Filología aún debe de ser más chungo.
Pero es que sí que es posible que los de la RAE (y no sólo para el idioma castellano) acepten o dejen de aceptar palabras o formaciones lingüísticas, debido a los vínculos sociales o culturales de sus miembros.
De alguna manera, ellos crean "la koiné" (la lengua fetén) y lo demás son variaciones, derivaciones o desviaciones. En eso mismo tienen el problema de evitar la desunión entre las diferentes variantes del idioma. Y las negociaciones tienen que acabar siendo más politicas o diplomáticas, que realmente lingüisticas, y mucho menos científicas.
Entonces sí un escritor considera que también está bien dicho de tal manera, lo expone y consigue convencer a los de la RAE, eso que se lleva.
En definiciones está más claro: esas palabras que son siempre malsonantes en femenino (criterio social) pero nunca en castellano. Y, en los últimos años, han tenido que cambiar el criterio, o la definición, o arrinconar la parte de insulto en un lugar más apartado de la primera definición.
O, más cercano a este foro: las definiciones sobre "tebeo" o "historieta". Hasta que no vaya un académico que exponga claramente que la definición tradicional es parcial, restrictiva, o anacrónica o negativa, se mantendrá.
Y, curiosamente, en Intereconosuya, el viernes 20100730, por la noche, hacen un concurso para buscar tertulianos. Y se encontraron con que tenían que comentar una nueva definición (es más fácil tratar esto con las definiciones que con otros usos de la lengua, creo yo, pero también creo que el esquema puede servir para verbos u otras aplicaciones). Era una definición polémica, por lo visto nueva, en el diccionario: "abertzale: nacionalista radical" (en una de sus acepciones). Personalmente, yo tengo muchas reticencias (para empezar, por el empleo sesgado de la polisémica palabra "radical", en un contexto político). Pero está claro que la definición de esa palabra puede ser distinta según el criterio del contexto de cada uno, sea éste social, cultural o incluso político (y sé que no suele gustar, pero es que la política, no sólo la batalla entre partidos, está por todos sitios).
Bueno, creo que hemos conseguido no llegar a ningún sitio otra vez.