Desde mi punto de vista, la principal razón por la que no se deben casar Luisa y López es puramente práctico, por los problemas que supondría a la hora de guionizar las historias. Cada vez que Superlópez se ausentara de su casa durante más de un día, se tendría que preparar una justificación para el final o el principio de cada cómic. Si la situación de los desdidos en la oficina ya es repetitiva, imaginaros si tuviera que montar un número parecido cada vez que salga de casa...
También podría ocurrir que López confesara a Luisa lo de su doble personalidad... Pero entonces perderíamos a los personajes de López y Luisa, pues al funcionar de manera totalmente distinta parecerían personajes nuevos.
Por supuesto que Jan no menciona ninguno de estos argumentos... Pero fijaros bien en lo que dice, que me ha resultado curioso.
Me parece una concepción doméstica ante-diluviana la de novia fija o incluso que se casen personajes de cómic.
Esto me deja un poco perplejo... Dice que no los casa porque es una situación ante-diluviana... y en lugar de esto deja al personaje con una eterna novia fija, que según indica en la misma frase, ¡es otra situación ante-diluviana!
Existe la excepción de Tomatheo, pero ha sido una situación tan breve y puntual que ha quedado como una anécdota que se pasó por alto en los siguientes cómics.
Cierto es que Jan se ha atrevido a sacar a Superlópez del correctismo social y le ha dado hijos no sólo fuera del matrimonio, si no fuera de una pareja estable e incluso de una relación de tipo afectiva... No creo haber visto esto nunca más en una publicación juvenil. Aquí lo anti-diluviano (o tópico) habría sido meter niños en la historia bien por adopción o bien como sobrinos... La primera vez que leí esta historierta no podía
de creerlo, me pensé que tendría que ser una historia de broma.<br>---<br><!-- EndUnderlineMarker --><!-- EndContentMarker -->