Ahora sí. Muchas gracias.
Algunas respuestas me sonaban y buscando en mi disco duro, he encontrado que también se publicó en internet en "La Guía del Cómic" en este enlace que ya no está disponible:
JAN: TEBEOS PARA SIEMPRE
Por Alfons Moliné
El pasado Saló de Barcelona otorgó, en su última edición, el Gran Premio a un veterano de nuestra historieta al que hace ya largo tiempo que se debieron reconocer sus más de 40 años de carrera: Juan López, alias Jan, cuyos variopintos y carismáticos personajes, su magistral uso del color y su humor tierno e inteligente han convertido en uno de los pilares del cómic de humor español. Nacido en 1939, y con debut profesional a los 17 años en un estudio de animación, Jan ha dado vida a numerosos personajes además de a Superlópez. Os invitamos, pues, a conocerle más de cerca
Guía del Cómic: ¿Qué tebeos leías de niño?
Jan: Creo recordar haber leído algo de El guerrero del Antifaz, Cuto en el Oeste, Anita Diminuta, Prince Valiant, Flash Gordon y el TBO...
GdC: ¿Cómo surgió la vocación de hacerte dibujante? ¿Te apoyaban tus padres? ¿Cómo y dónde debutaste?
J: Era sordo desde los seis años y no podía hacer muchas cosas, dibujar era una de ellas y se me daba bien. Mi padre me insto a estudiar para delineante mecánico por eso de asegurarme el futuro, y en eso estuve hasta que a los 15 años me metí a dibujar para una fabrica de insignias de solapa. Luego encontré un anuncio en el diario solicitando rotuladores para los Estudios Macián de dibujos animados, y tuve suerte, aprendí sobre la marcha. Ahí fue donde se me despertó la vocación, si la tenía, de los dibujos animados. No pensaba hacer nada de cómics... Los dibujos animados era lo que me gustaba, hacía novillos y todo para ver Mister Magoo en el cine Atlántico.
GdC: En 1959 emigras a Cuba. ¿Por qué?
J: Emigré con toda la familia, mi padre era natural de La Habana y el inicio de la revolución le decidió. Naturalmente estaba cansado de franquismo.
GdC: ¿Qué recuerdos tienes de tu etapa cubana, de tus relaciones con dibujantes de dicho país, como por ejemplo, Juan Padrón?
J: Muy buena, pase mis 20 años allí y adquirí cultura y oficio. Tenía muchos amigos colegas y mucha libertad profesional al principio, pero pronto empecé a sentirme asfixiado por la situación política, las ideas, la carencia de medios y la abundancia de "mandos" mediocres... La tendencia general a la autocensura me cortaba las ideas. A Juan Padrón lo conocí adolescente y me sorprendió mucho su talento, así que me volqué en él, lo apoye y potencie como pude enseñándole animación. Recuerdo a Virgilio, el autor de comics número uno de Cuba, que para mi ha marcado toda la etapa de los 60 con su buen hacer y del que aprendí muchas cosas. Otros como Robe o Luis Lorenzo eran unos compañeros que aún hoy echo mucho de menos.
GdC: En 1969 vuelves a España. ¿Cómo era la situación de la industria editorial entonces?
J: Nada más llegar encontré la ayuda del director del departamento de Infantiles de Bruguera, Miguel Pellicer, amigo mío desde los 17 años. Lo encontré todo muy comercializado y con parámetros muy poco culturales pero con muchas más salidas para dedicarse a hacer cómic que hoy. Había muchos profesionales buenísimos, me sorprendió agradablemente la obra de Carlos Giménez, Usero y otros que para mi extrañeza sólo tenían salida fuera del país pese que los reeditaban aquí por agencia... La realidad es que me sentía muy confuso.
GdC: Colaboras en Bruguera, pero también en Gaceta Junior, Strong, Trinca, además de las catalanas L´Infantil y Patufet. ¿Preferías trabajar para una gran editorial como Bruguera o para empresas más pequeñas? ¿Es cierto que de "Don Talarico", personaje que creaste para Strong en historias cortas, realizaste una historia larga cuyos originales desaparecieron debido al repentino cierre de dicha revista?
J: Naturalmente estaba muy interesado en Bruguera, al ser la editorial más grande en la que podía entrar, ya que pensaba en el futuro y quería vivir del cómic... pero al principio encontraba normas e ideas tan encorsetadas que lógicamente buscaba otros lugares donde intentar demostrar que se podía hacer un cómic diferente. Es cierto que en Strong tenía un álbum de Don Talarico, titulado El castillo encantado, completo con su portada y el color indicado listo para imprimir cuando cerró. Una vez me ofrecieron sacar fotocopias de los originales si firmaba un compromiso de no publicarlos... Naturalmente no acepte y hoy ya ni idea tengo de quién tiene en su poder ese material, desde luego sin ningún derecho. Yo solamente conservo malas fotocopias de la época y trozos del guión amen de bocetos sueltos.
GdC: Tras el cierre de las publicaciones citadas, pasas a colaborar casi exclusivamente para Bruguera, coincidiendo con el período de mayor esplendor de la casa, que paradójicamente coincide a su vez con unos niveles muy bajos del material que editaba. Tú hacías por entonces historietas rutinarias, ilustraciones de cuentos, adaptaciones televisivas como Heidi... todo en plan muy "alimenticio". ¿Qué recuerdos tienes de esa época? ¿Crees que el cuasi-monopolio de Bruguera ha hecho bastante daño a la industria del tebeo español?
J: Cualquier otra editorial con ese volumen de producción hubiera ido por los mismos derroteros comerciales. Yo me mantuve dentro de la Editorial Bruguera con esos trabajos esperando la jubilación del director de revistas, Rafaél Gonzalez, ya que existía un sector con ganas de modernizar las cosas que me apoyaba, pero había que esperar...
GdC: En 1979 tú y el guionista Pérez Navarro os descolgáis con el lanzamiento de Superlópez, después de que este personaje tuviera una primera vida en 1973, en un volumen a base de "gags" sin palabras, editado por Euredit, y luego ya en Bruguera, en historietas de una página. Personalmente, me pareció como una "rebelión" dentro de la maquinaria de Bruguera, ya que la serie aparecía con rotulación y color hechos a mano, en lugar de mecánicos como era lo habitual en la casa, además de ser un humor mucho más cerebral respecto al de los Ibáñez y compañía...¿Os fue difícil imponer esta "rebelión" dentro de una empresa tan "rígida" como Bruguera?
J: Difícil no, estaba esperando la ocasión, como ya dije, Rafael Gonzalez tenía que jubilarse, y entonces fue sustituida por Ana Maria Palé y con el apoyo de Miguel Pellicer, que todavía dirigía el departamento de Infantiles, pude empezar el Superlópez que conoces, Perez Navarro trabajaba para mi. De hecho no todo fueron rosas, a la gente le cuesta cambiar de métodos y yo de hecho era casi el único que no aceptaba que me pusiera el color el grabador ni la rotulación mecánica, que ortográficamente hablando era horrorosa, empezaron suprimiendo los acentos alegando que las mayúsculas no se acentuaban, y yo no estaba de acuerdo.
GdC: ¿Cuál consideras tu aventura favorita de Superlópez?
J: La Caja de Pandora. También me tiran Tyrannosaurus Sect o El Infierno... diferentes etapas y diferentes preferencias.
GdC: Tras el cierre de Bruguera en 1986, y durante el hiato que precedió a la aparición de Ediciones B, vuelves al cine de animación colaborando en la serie Mofli, el último koala para Equip Producciones. ¿Qué recuerdos tienes de esta experiencia? ¿Trabajarías de nuevo en la animación?
J: Nooo. Tuve que volver a ese oficio más por necesidad que otra cosa. Me encontré los procesos muy cambiados y muchas técnicas de animación simplificadas u olvidadas por cuestiones de comercialidad: se trabajaba más por velocidad que por calidad pero creo que pese a eso les salía más caro... No me gusto aquella experiencia, prefiero el trabajo bien hecho, algo que se me pego de Francisco Macián que por ello no fue tan prolífico. No se me da bien el trabajo en equipo, además ahora mismo ya estoy tan desfasado que necesitaría mucho reciclaje...
GdC: ¿Echas de menos a tus antiguos personajes como "Lucas y Silvio" o "Don Talarico"? ¿Te apetecería retomarlos algún día, aunque fuera brevemente?
J: Jamás miro atrás. Son etapas pasadas y ya no encajan en estos tiempos. No es divertido hacer siempre lo mismo. Prefiero innovar y aprender, pero no puedo dejar el Superlópez, por eso intento hacer historias siempre diferentes y ensayar fórmulas nuevas...
GdC: Tú eres básicamente un autor que ha trabajado para el público infantil / juvenil, aunque hayas hecho alguna esporádica colaboración para el mercado adulto. ¿Prefieres trabajar para niños o para adultos?
J: Me es indiferente, pero es verdad que con el Superlópez trabajo para chicos de 12 a 18 años, y es la edad perfecta para los cómics. A partir de ahí salen los aficionados de más de 20 años y es una etapa muy adecuada para esas lecturas aunque luego las dejen. De hecho intento ser selectivo y que el lector guarde buen recuerdo... El cómic para adultos es otro mundo pero no me atrae especialmente porque no es indispensable leer comics a esa edad, en cambio sí que es fundamental leer libros toda la vida. Lo recomiendo.
GdC: Hace un par de años aparecieron los primeros rumores en torno a una adaptación cinematográfica de Superlópez. ¿Qué sabes de ella? ¿Ya ha terminado el rodaje?
J: Desde luego, la productora Xaloc de Madrid está en ello desde hace unos dos o tres años Ya he tenido ocasión de leer varias versiones del guión en el que se esta trabajando mucho y encuentro que es una película bastante ambiciosa. A pesar de algunas diferencias de puntos de vista entre productor, guionistas y yo, nos entendemos muy bien. Sé que se quiere hacer una peli gorda con un buen lanzamiento y con un director de primera fila. La intención en principio es estrenar en el 2003.
GdC: ¿Cómo ves la situación actual de la historieta española?
J: Me parece que va a resurgir pero con parámetros muy diferentes, aunque creo que estos vienen ahora del campo de los fanzines... Las editoriales tienen agotadas las ideas y el interés en los comics y como siempre se han limitado ha buscar lo que se vendía bien fuera o los éxitos de la TV... no saben hacer otra cosa.
GdC: Y para terminar, una típica y tópica pregunta: ¿cuáles son tus futuros proyectos?
J: En primer lugar acabar esta entrevista y bajar a cenar, luego está la historia de Superlópez que estoy haciendo basada en los "botellones"... Cuando la termine ya veré...
GdC: ¡Muchas gracias por todo, amigo Jan, y mucha suerte para el futuro!
J: También a ti...
Quizá al subirla al subefotos hayas dejado la opción por defecto "original optimizada" y la haya reducido. Cambiándolo a "no redimensionar" supongo que la dejará al tamaño al que has escaneado.
creo que pueda tardar un poquitín en cargar, es una "Señora" Imagen! 
)
¿Qué nº en concreto de la revista es?
